Collar Llamador de Ángeles Piedra Natural - Lapislazuli Diseño 1 APM18000
Collar Llamador de Ángeles Piedra Natural - Lapislazuli
Precio: $33.000
Material: Cadena en acero, dije exterior en níquel, dije interior en piedra natural.
Largo: 25 cm aprox.
Lapislazuli:Permite desarrollar el conocimiento, abriendo la mente y atrayendo la sabiduría. Las inseguridades de una persona se despojan del cuerpo, y permite una mayor comunicación. Despeja los pensamientos negativos, atrayendo los pensamientos positivos. Atrae tranquilidad para resolver problemas.
Los llamadores de ángeles tienen un sonido agradable y armonioso (como de unas campanitas), que según la tradición, atrae y avisa a nuestro ángel guía que necesitamos de su presencia. Se dice que hace muchos años los humanos vivíamos en contacto directo con los ángeles y que por alguna razón relacionada con el pecado original, tuvimos que dejar de vivir en convivencia con ellos, los ángeles entristecidos y apenados por la perdida de la compañía de los humanos, obsequiaron estos colgantes esféricos como símbolo de protección, que al agitarlos suenan como una campanitas armoniosas para llamarlos. Los ángeles al despedirse de los humanos les explicaron que aunque ya no los pudieran ver, si se sentían en algún peligro, desprotegidos o simplemente tristes o deprimidos solo necesitaban agitar esta esfera ya que al ellos escuchar este sonido su ángel guía acudirá a su ayuda y compañía.
Ellos también pusieron una condición: el colgante era de uso exclusivo y personal pues todos tienen un sonido propio y reconocible por cada ángel guía. También explicaron a los humanos que el mismo colgante podía ser utilizado por una madre y su bebé mientras éste se encuentra en gestación, el llamador debe ser utilizado después de los 3 meses de gestación con una cadena de unos 70cm, de esta forma el llamador podrá estar a la altura del ombligo, así estará protegido tanto el bebe como la mamá ya que, en ese estado, ambos comparten un Ángel Guía. Una vez que el bebé hubiera visto la luz, la madre debía decidir si el colgante se utilizaba para su protección o para la de su hijo recién nacido.